Los 4 errores más comunes por los que un currículum enviado por email no se llega a leer

El pasado 19 de noviembre tuve la ocasión de participar, representando a TalentOrigami, en la mesa redonda de «Les regles no escrites de la comunicació on-line al networking professional» planteada para proponer ideas prácticas para conseguir mejoras profesionales.

El debate que fue conducido por Proyectos TIC, y en esta conferencia participaron expertos de la comunicación on-line en plataformas como linkedin, whatsApp, twitter y el correo electrónico. Mi intervención se centró en destacar algunos de los aspectos más relevantes del libro “Comunic@te” orientado a la comunicación por correo electrónico.

Como el resto de participantes, traté de responder a las preguntas centrales del encuentro: ¿Cómo seducir a mi interlocutor? ¿Cómo tengo que comunicar para que se interesen por mí cuando envío un currículum o una propuesta profesional?

Invitamos, para ello, a reflexionar sobre las oportunidades que nos ofrece la comunicación digital, pero también sobre qué nos exige como contrapartida: respetar unas pautas de relación y comunicación escrita que en ocasiones no se han protocolizado o no se han tenido en cuenta.

Una mala praxis puede llevar a situaciones no previstas o resultados inesperados cuando un candidato se ofrece a una organización.  ¿Por qué no nos responden cuando hemos sido presentados por mail por un conector? (término acuñado por expertos en networking que hace referencia a la persona con una habilidad especial para unir a todo el mundo).

Y ya sea por un error de naturaleza técnica y/o semántica, esto nos lleva a revisar los 4 errores más comunes por los que un currículum enviado por email no se llega a leer:

  1. Puede ser que nuestro nombre (dirección de correo) no esté claro o de acorde a quien enviamos la información, y hemos utilizado un nick poco formal (pocholito77@gmail etc).
  2. Puede que hayamos descuidado algo tan representativo de nuestra eficacia profesional como es la ortografía.
  3. Puede que la extensión de nuestra carta de presentación sea tan larga que resulte ser el mismo currículum que hemos adjuntado (Y, recordemos, que para cualquier persona resulta muy tedioso leer el texto de un mensaje que supere una única pantalla).
  4. Quizás hemos entrado en el mundo invisible que provoca el efecto pantalla y los roles hayan desparecido. Atención, pues, a la tendencia al monólogo, a resultar prepotentes, poco formales o demasiado necesitados de trabajo.

Por suerte, para este tipo de errores existen soluciones sencillas de fácil aplicación: normas escritas para una correcta gestión del correo cuando se utiliza con fines profesionales. Los expertos invitados a esta jornada ofrecieron consejos muy últiles. Algunos asistentes también.

Eso sí, en lo que coincidimos todos fue en que en la comunicación on-line es tan importante prestar atención a lo que se escribe como la forma en que se presenta el mensaje. Contenido y continente. Un poco como en la vida (no virtual) misma.

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