Más allá de las preguntas que nos puedan surgir cuando se habla de management y género: ¿Tienen las mujeres unas habilidades de dirección específicas de su género? ¿Continua existiendo diferencias en número de hombres y mujeres en determinados consejos directivos? ¿Hablamos de conciliación? ¿En el mercado laboral las mujeres se incorporan en condiciones diferentes a los hombres, diferencias que se hacen todavía más evidentes en los núcleos de poder?

Algunas instituciones orientan sus planes de formación y desarrollo a reforzar el potencial profesional de las mujeres con un nivel competencial directivo, ya sea por la experiencia adquirida o por su trayectoria profesional, y que quieren promocionarse en puestos de responsabilidad y toma de decisiones.

Se trata de aportar conocimientos, técnicas y facilitar el reconocimiento de actitudes que permitan incrementar las habilidades directivas. Éstas serán necesarias para la gestión y el desarrollo de futuros puestos de trabajo que puedan ocupar las destinatarias de estos espacios formativos que incluyen sesiones de coaching o mentoring.

¿Podemos entrenar, capacitar o formar en habilidades directivas? Nuestra perspectiva es que el liderazgo (no el “ser líder”) es un aprendizaje continuado que parte del autoconocimiento y de la observación de nuestra red de relaciones.