El medio tecnológico representado por Internet se ha convertido en un espacio social donde las personas conectan, interaccionan, y se reconocen. Uno de los medios más utilizados para comunicarse, especialmente en las relaciones profesionales, es el correo electrónico (email).
No podemos olvidar que la información mediante la escritura y la imagen ha sido siempre una de las principales fuerzas impulsoras del progreso de la humanidad y la evolución de los dos elementos ha permitido propagarla. Lévy, destacó la relevancia de la invención de la escritura, considerada como uno de los inventos más grandes de la historia humana.
El email permite la extensión del lenguaje hablado, la narración de unos hechos inventados o reales que han sucedido en un período determinado. Y, podemos mantener una relación en un espacio temporal muy corto dentro de un espacio físico mucho mayor.
Pero, ¿Comunicamos de forma eficaz por escrito lo que esta en nuestro pensamiento? ¿Se comprende nuestro mensaje sin confusiones o errores? ¿El mensaje de un email transmite de forma fidedigna nuestra intención?
Weaver (1981:20) destaca que en la comunicación escrita hay que distinguir tres problemas distintos y sucesivos.
- Problema técnico: ¿con qué precisión se pueden transmitir las señales de la comunicación? ¿que aspectos de software dificultan la recepción de un mensaje?
- Problema semántico: ¿con qué precisión los mensajes son recibidos con el significado deseado? ¿Qué interpretaciones llevan a cabo los mapas mentales de los participantes de esta interacción electrónica?
- Problema de efectividad: ¿con qué efectividad el significado recibido afecta a la conducta del destino en el sentido deseado por la fuente de la información?
Preguntas que llevan a respuestas que se convierten nuevamente en cuestiones que cabe plantearse. La experiencia en este tema lleva a concluir que el individuo ha aprendido un código para comunicarse en y con el medio electrónico y por escrito. O dicho de otro modo: que ha adquirido nuevas señales y signos que debe codificar y descodificar para poder relacionarse con el interlocutor en un entorno 100% online.
[Foto: ozan/stock.xchng]