¿Qué podemos decir desde talentOrigami sobre el año que ya languidece? De entrada, que hemos tenido la suerte este 2012 de participar en muchos proyectos interesantes y enriquecedores:
- Hemos potenciado y ampliado nuestro trabajo en el desarrollo de las competencias docentes tanto en Universidades, escuelas de negocios, escuelas de primaria y secundaria y en escuelas emergentes como son las de cine de animación y 3D (efectos visuales).
- Hemos acompañado a equipos de dirección en su puesta en común para llegar a acuerdos, estructurarse de forma diferente y eficaz, y reconocerse en su capacidad de innovación y liderazgo.
- Hemos disfrutado aportando reflexión en cursos donde tratamos la comunicación y las relaciones entre las personas y su rol profesional, proporcionando un aperitivo de lo que es la comunicación por email.
Pero de manera destacada, podemos sentir satisfacción por el hecho de que nuestro trabajo nos ha dado la oportunidad de conocer la dirección que están tomando algunas organizaciones y lo que su personal requiere o necesita para poder emprender el camino. Y todo ello con la clara convicción de que “no nos podemos quejar” ya que tenemos trabajo, a pesar del coste económico, de tiempo personal y/o emocional.
Esta nueva actitud de… ¿adaptación? ¿resignación? ¿supervivencia? ¿creatividad? Ha llevado a talentOrigami a reestructurar algunas de sus acciones (entre estas nos planteamos quitar la acción formativa “gestión de la queja” o al menos darle otra orientación).
Más allá de la anécdota de este curso, somos conscientes de que estamos entrando en un “mercadillo” (sustituyendo el concepto de mercado), como decía una colega del mundo de la consultoría hace unos días en un encuentro social, que conlleva re-definir e innovar nuestros servicios.
Tenemos que aplicarnos lo que decimos cuando entramos a gestionar el cambio en entornos inciertos y en transición: el escenario es otro y las reglas del juego diferentes. Debemos aprender a observar dicho escenario, reconocerlo, y aprender a jugar de otra forma.
Despedimos 2012 con [1] una firme propuesta: empezar a pensar sobre quien queremos ser a partir de ahora. Y [2] un consejo: permitirnos el lujo de cambiar o anteponer una queja a un propósito cuando estemos a punto de dejar este 2012, pues el derecho a la pataleta la continuamos teniendo tod[a]os.
[Foto: nintaro/morguefile]