Nuestra trayectoria profesional en el encuentro con personas y grupos nos ha llevado a defender la idea de que más allá del proceso y la técnica, lo importante es una construcción eficaz de la «Y».
Esta «Y» está formada por el aporte de conversaciones que nos identifican como seres sociales; nos relacionamos conversando y a través de estos diálogos tratamos de conseguir propósitos comunes o individuales. De tal forma, citando a Graciela Reyes (1190:14) «somos lo que hablamos y nos hablan, y también lo que nos hablamos a nosotros mismos. Somos prisiones libres, creadores creados, amos esclavizados de nuestra capacidad lingüística».
Desde esta perspectiva social nos definimos a partir de muchas «Y», poniendo especial relevancia en saber quién soy yo en relación con el otro/a así como el sentido que me da el otro/a. Citando a Kenneth J. Gergen: «Yo soy en virtud de cumplir un determinado papel en la relación. Las propias posibilidades solo se materializan gracias al hecho de que otros lo permiten o sustentan».
Tratemos de construir «Y» con definiciones posibilitadoras que van a propiciar una relación de calidad, y gestionemos aquellas definiciones limitadoras que nos van a llevar a relaciones conflictivas.
Desde esta perspectiva algunas intervenciones no se dirigen a las personas sino a la relación («Y») construida entre ellas.
Como dice un proverbio sufí: «Tú puedes pensar porque entiendes el concepto de ‘uno’ y de aquí puedes entender que ‘dos’ que es ‘uno más uno'»… pero para esto se debe también entender el concepto «Y». Porque en definitiva, es mucho más fácil y efectivo para solucionar un problema, actuar sobre las relaciones entre los elementos (las «y») que modificar sus elementos.
Judit Viñas – Fundadora de talentOrigami
Reflexión extraída del programa formativo Recursos proactivos para la comunicacion en equipos multidisciplinares que TalentOrigami está impartiendo actualmente en el Parc Sanitari Sant Joan de Deu.
[Foto: photomaryke/morgueFile]