Mentoring no es coaching


No nos confundamos. Y empecemos a poner luz conceptual y metodológica a estos dos términos.

Las situaciones en que se requiere aplicar una estrategia de coaching o de mentoring son bastante parecidas. La gran diferencia es que mientras la primera es más aconsejable para desarrollar competencias o capacidades ya existentes en la persona, el mentoring tiene como objetivo principal la captación, retención y el desarrollo del talento en una persona u organización.

En ambos enfoques la responsabilidad de desarrollo y aprendizaje es del cliente, pero podemos resumir de forma muy generalizada – teniendo en cuenta que existen diversas orientaciones y escuelas de coaching- las principales diferencias en quién, cuándo y para qué:

  1. Es aconsejable que el mentoring lo desempeñe alguien del mismo entorno u organización, mientras que el coach puede ser un profesional externo.
  2. El/la mentor/a se posiciona como referente (modelo u ejemplo a seguir) y el coach se posiciona de la forma más neutral posible, sin que ello signifique que la relación creada sea distante.
  3. Un proceso de mentoring se dirige a una sola persona, mientras que el coaching puede dirigirse a un individuo o a un equipo.
  4. En el mentoring se establece una relación personalizada dirigida por la persona mentorizada a través de la cual el/la mentor/a invierte su tiempo, comparte su conocimiento y dedica su esfuerzo para que la persona mentorizada disponga de nuevas perspectivas. En el coaching el coach se convierte en facilitador, cuestionador y compañero de viaje sin dirigir en ningún momento al coachee en sus decisiones.
  5. Normalmente en un proceso de mentoring el objetivo es desarrollar el talento de una persona. En un proceso de coaching el trabajo se orienta a un objetivo de mejora en concreto.
  6. El mentoring está especialmente indicado para personas con alto potencial o procesos de incorporaciones recientes. El coaching se dirige a todo el mundo.
  7. El período de tiempo es más largo en el mentoring que en el coaching.

En definitiva, tanto mentoring como coaching son dos intervenciones igual de eficaces. Eso sí, siempre que aprendamos a saber diferenciar cuándo las podemos utilizar.

[Foto: hotblack/morgueFile]

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