4 factores por los que el e-mail genera conflictos


El e-mail es uno de los métodos de comunicación y desarrollo de relaciones sociales más importante desde la invención del teléfono. Es fácil de utilizar y las personas lo encuentra familiar y seguro, porque es muy similar a la tradición de escribir cartas y enviarlas.

Muchos son los motivos por los que se considera poderoso a este sistema de comunicación no presencial, asíncrono y escrito: facilita la relación entre individuos de forma controlada; ayuda a gestionar la implicación y los límites con las personas con quien nos relacionamos; y, además, permite experimentar y obtener satisfacciones sin los peligros del cara a cara o la inquietud de saber manejar o no las habilidades sociales.

Y sin embargo, por sorprendente que parezca, todo este control no impide tener relaciones conflictivas, producto de errores, interpretaciones incorrectas o malas lecturas de un escrito.

A continuación señalamos en esta reflexión los 4 factores que generan situaciones conflictivas en el intercambio de email:

  • Las proyecciones: Cuando leemos un correo electrónico lo escuchamos en nuestra mente con nuestro tono de voz, lo que puede no reflejar la actitud real del emisor.
  • La desinhibición: Es bien sabido que las personas dicen y hacen cosas en el ciberespacio que normalmente no dicen o hacen en el mundo real. Se relajan, se sienten más desinhibidos y se expresan más abiertamente.
  • La relación en el mensaje: Nuestra interpretación del mensaje viene determinada por la relación que mantenemos con el emisor del e-mail, por lo que a menudo el contenido se puede llegar a intensificar.
  • Las emociones vinculadas a las expectativas: El tiempo de espera de respuesta de los otros participantes, abre una interacción de resultados imprevisibles, inimaginables y capaces de suscitar numerosos sentimientos.

La pauta de la espera de 24 horas, apuntada por el psicólogo norteamericano John Suler, es útil para gestionar la emoción que conduce a conflicto. En caso de sentirnos heridos o enojados por un correo electrónico, es mejor no responder de inmediato. Ante la duda, mejor esperar 24 horas antes de responder.

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